¿Qué hay que hacer antes de una ecografía abdominal?

La ecografía abdominal es un estudio que no involucra ningún tipo de procedimiento invasivo para el paciente. Puede realizarse las veces que sea necesario. Este estudio puede ayudarte con el diagnóstico de alguna lesión en un órgano interno ubicado en el área abdominal y transabdominal.

Así como también la presencia de cálculos e inflamación que pueda causar dolor o molestias. No obstante, antes de llevarlo a cabo, existe una serie de pasos que debes cumplir. Si quieres conocer los detalles, ¡no dejes de leernos!

Preparación antes de una ecografía abdominal

Cuando una ecografía abdominal se realiza en una situación de emergencia, hay pasos para la preparación que deben obviarse. No obstante, cuando se lleva a cabo de forma planificada, debes cumplir con las siguientes pautas:

  • Acudir en ayunas por un periodo de tiempo de 6 a 8 horas. Durante este lapso debes abstenerte de ingerir café, golosinas o cualquier tipo de alimento. Si debes tomar algún medicamento habitual, puedes hacerlo con la cantidad mínima de agua necesaria (un cuarto de vaso de agua, por ejemplo).
  • El día del estudio, debes asistir con ropa cómoda y holgada.
  • Si tienes colocado algún aro o piercing, es posible que te soliciten retirarlo transitoriamente. Esto se debe a que la presencia del metal puede interferir con la obtención de las imágenes y crear interrupciones que impidan visualizar los órganos.
  • Si te van a realizar el estudio en el útero o vejiga, te recomendamos que tomes un litro de agua con anticipación. Esto es necesario para mantener la vejiga llena, lo que permite una mejor visualización del área pélvica.

Por último, para que el estudio sea exitoso, te recomendamos seguir todos los requerimientos que el médico te solicite. De esta forma, podrás obtener un mejor estudio de imágenes para apoyar el diagnóstico. Al concluir el estudio, podrás continuar con tus actividades diarias habituales.

Procedimiento de una ecografía de abdomen

El día de la ecografía abdominal el especialista te solicitará que te acuestes en posición decúbito dorsal (boca arriba) en una camilla de examen especial. Durante el estudio, puede solicitarte que te coloques de costado, para mejorar la visión de algún órgano. En el momento oportuno te indicará la posición adecuada, si fuera necesario.

Al realizar el ultrasonido, el técnico colocará un gel incoloro sobre la piel de tu abdomen para facilitar el desplazamiento del transductor. Esto también permitirá eliminar la capa de aire entre la piel y el transductor, que podría interferir con la obtención de las imágenes.

Este gel es hidrosoluble y se quita fácilmente al terminar el estudio; tampoco mancha ni causa decoloración de la ropa. Al momento de la ecografía, el transductor se desplazará sobre la región a explorar, ejerciendo una presión muy suave. El estudio es completamente indoloro. Sin embargo, si sientes molestias deberás avisar al personal que realiza el estudio.

Características de la ecografía de abdomen

Un ultrasonido muestra el tamaño y la forma de muchos de tus órganos, como el hígado y el páncreas. También zonas anómalas en su interior, como quistes y algunos tumores. Entre sus características principales se encuentran las siguientes:

  • No es invasivo.
  • Tiene una duración de aproximadamente 10 minutos.
  • No requiere ningún tipo de anestesia.
  • Es completamente indoloro.
  • No utiliza radiación ionizante (rayos X).
  • Es seguro y no se asocia con ningún riesgo conocido para la salud.

Por último, este tipo de ultrasonido es ambulatorio, es decir, se realiza en un consultorio sin internación. Es importante destacar que este procedimiento tiene una limitación. Sus ondas de ultrasonido son interrumpidas por la presencia de aire o gas. Por lo tanto, no es la técnica de imágenes ideal para examinar órganos que contengan aire.

¿Qué puede diagnosticar un ultrasonido de abdomen?

Un eco de abdomen es un estudio que permite apoyar el diagnóstico de patologías correspondientes a lesiones en órganos. Estas pueden incluir problemas en la vesícula, bazo, páncreas, riñones e hígado. Gracias a la ecografía abdominal se puede observar cuál es el comportamiento del órgano, o si presenta alguna protuberancia, pólipo o tumor que amerite una biopsia.

Este tipo de estudio puede dar respuesta a muchas interrogantes durante el tratamiento de dolencias relacionadas con el área abdominal. Mediante estas imágenes se puede conocer si hay presencia de quistes.

También es muy utilizado para documentar el desarrollo del feto durante las etapas de gestación. Según la OMS, este estudio es vital realizarlo durante los controles prenatales, ya que puede brindar conocimiento del género del bebé o si presenta alguna anomalía.

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